jueves, 1 de octubre de 2015

Mucho que contar en muy poco tiempo

Este ha sido un verano intenso y estimulante.
Primero porque marcó el fin de un periodo de formación: dos años en la Escuela de Arte y Cerámica Francisco Alcántara, en Madrid, para la obtención de un título casi tan largo como todo lo aprendido ahi: Técnico Superior en Diseño y  Bellas Artes en Cerámica Artística. Mil gracias a mi familia por la paciencia, a mis maestros (Mara en primer lugar, Miguel Ángel, Julia, Isabel e Isabel, Sara, Miguel, Carlos, Juan, Roberto y Bea) por la generosidad de su tiempo y talento, a mis compañeros por la experiencia compartida y a mis amigos por seguir cerca a pesar del poco tiempo que les he dedicado este par de años.
El primer año fué quizá el más difícil porque lo cursé simultáneamente con el primer año de la ECM* (Escuela de Cerámica de la Moncloa). Me habría encantado ser capaz de terminar el curso por partida doble! porque todo lo aprendido ahi también valió muchísimo la pena y aportó diferentes perspectivas sobre el mundo de la cerámica y el arte. Gracias a Manuel, Alfonso, Alicia, Álvaro, Ana y Ma. Eugenia por todo su apoyo para intentar lo imposible! y a mis compañeros por ayudarme a seguir el ritmo del grupo :)

Tengo que decir que aunque disfruté esta semi pausa que me tomé para profundizar en la cerámica como material para el diseño, me alegra mucho poder retomar al 100% mi profesión como diseñadora.

Retomo este camino después de un verano maravilloso y enriquecedor junto a mi familia y con amigos muy queridos, visitando la inabarcable Etiopía, que me dejó mucha huella, tanta, que espero pronto se vea reflejada en mi trabajo.




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